Proteger el perímetro exterior es la mejor forma de detectar a un intruso antes de que llegue a puertas y ventanas. Las alarmas perimetrales de exterior combinan barreras de infrarrojos, detectores de movimiento y accesorios que permiten una vigilancia temprana y disuasoria sin necesidad de invadir el interior de la vivienda.
En esta guía práctica reunimos la información clave que aparece en las páginas que mejor posicionan: tipos de sistemas (barreras IR, PIR, cortinas), rangos reales de detección, alimentación, montaje con soportes, ajustes finos de sensibilidad y consejos legales para instalar cámaras o detectores sin problemas. Incluimos además especificaciones técnicas, ejemplos de modelos representativos del mercado y buenas prácticas para reducir falsas alarmas.
- Qué es una alarma perimetral de exterior
- Tipos de soluciones perimetrales: barreras, cortinas y volumétricos
- Componentes y accesorios imprescindibles
- Especificaciones técnicas habituales
- Modelos y rangos representativos
- Instalación: montaje, ubicación y alineación
- Configuración, mantenimiento y reducción de falsas alarmas
- Ventajas e inconvenientes principales
- Consejos de uso y personalización
Qué es una alarma perimetral de exterior
Una alarma perimetral está pensada para vigilar el exterior (jardines, patios, accesos, vallas) y dar la alerta antes de que el intruso llegue al interior. A diferencia de la protección interior (volumétrica en estancias), la perimétrica se activa cuando alguien intenta cruzar una línea invisible o entra a una zona vigilada al aire libre.
La señal de alarma suele ser inalámbrica hacia la central o hub, pero muchos elementos de detección se alimentan por corriente (12–24 V DC/AC, según modelo). Esto simplifica el cableado: se alimenta el detector en el punto de instalación y se comunica el evento a la central por radio o cable, según el sistema.
Tipos de soluciones perimetrales: barreras, cortinas y volumétricos
- Barreras de infrarrojos activas: dos elementos (emisor y receptor) forman uno o varios haces IR que, al interrumpirse, disparan la alarma. Funcionan en exterior, soportan sol, polvo, viento y lluvia, y pueden instalarse en columnas, postes o paredes con abrazaderas y soportes metálicos incluidos en muchos kits.
- Barreras en marco de puertas y ventanas: listones estrechos a ambos lados del hueco crean un “enrejado” electrónico. Son perfectas para mantener puertas/ventanas abiertas para ventilar sin perder seguridad y, además, permiten detectar la salida de niños hacia el exterior o si se acercan a la piscina.
- Barreras de largo alcance: pensadas para distancias de aproximadamente 100–150 metros en jardines, patios y terrazas. Requieren líneas de visión despejadas sin árboles, mobiliario u obstáculos, y no son recomendables en terrenos muy irregulares que puedan provocar falsas alarmas.
- Detectores tipo cortina para exterior: generan una “cortina” vertical u horizontal a lo largo de fachadas o vallados. Un ejemplo es un detector bidireccional inalámbrico con rango ajustable hasta 30 metros, con antienmascaramiento e inmunidad a mascotas cuando se instala y configura adecuadamente.
- PIR y volumétricos específicos de exterior: detectores PIR para zonas exteriores con alcance regulable (por ejemplo 10/20/30 m) y carcasa apta para intemperie. Algunos modelos usan doble PIR, filtros y tecnologías de clasificación para reducir falsas alarmas.
- Soluciones inalámbricas solares: existen barreras de 2 haces totalmente inalámbricas con alimentación por batería interna y alcance de detección de hasta 60 m, y comunicación radio de hasta 1000 m en espacio abierto. Son ideales donde no hay electricidad cerca del perímetro.
Componentes y accesorios imprescindibles
- Sensores de movimiento: infrarrojos, microondas o híbridos. Los mixtos ayudan a filtrar eventos inofensivos. En exterior es frecuente el uso de doble PIR y lógicas AND/OR para mejorar la discriminación entre humanos, animales y otros movimientos.
- Sensores de vibración/rotura: se colocan en verjas, muros o carpinterías y detectan intentos de corte o ataques físicos. Complementan a las barreras y pueden activar una sirena exterior antes de que el intruso supere el cierre.
- Sirenas y luces: la sirena exterior homologada ayuda a disuadir. Junto con luces de alerta o focos, multiplican el efecto disuasorio y proporcionan respuesta inmediata.
- Soportes y herrajes: hay soportes en acero inoxidable tipo T y L de 30 cm compatibles con detectores de 2 haces, y soportes T de 50 cm para torres de 3/4 haces (compatibles con familias ABE y ABH). Aportan robustez y permiten el ajuste fino del ángulo.
- Accesorios anti-manipulación: tamper contra apertura o arrancamiento (también en soportes murales para ciertos detectores), y funciones de antienmascaramiento que detectan pinturas, cintas o espumas puestas sobre la óptica.
Especificaciones técnicas habituales
- Rangos de detección: las barreras IR activas se ofrecen con alcances de 20, 30, 40, 60, 80 y 100 m, y variantes de 30 m específicas para torres de 4, 8 o 10 haces. Existen modelos de largo alcance que llegan a 100 m y otros que, en entornos controlados, alcanzan distancias superiores.
- Número de haces: 1, 2, 3, 4, 8 o 10 haces. A mayor número de haces, mayor robustez frente a intrusiones rápidas y mejor discriminación de objetos pequeños, con la contrapartida de mayor alineación y ajuste.
- Respuesta y filtrado: algunos equipos permiten ajustar el tiempo/velocidad de respuesta (p. ej., valores entre 50 y 700 en función del modelo) y emplean conversión digital de frecuencia e iluminación LED IR para estabilidad frente a interferencias.
- Salidas: relé NO/NC 1C como salida de alarma (hasta DC 30 V / 0,5 A máx.) y salida de sabotaje 1B con la misma capacidad. Varios modelos incluyen visualización por LED y zumbador para facilitar la instalación.
- Alimentación: habituales 12–18 V DC o 12–24 V DC/AC; algunos modelos aceptan 9–16 V, y versiones solares cuentan con batería interna (por ejemplo 3,3 V) y gestión energética con regulación automática ante interferencias.
- Entorno e IP: diseñados para exterior, con carcasas resistentes al polvo y la lluvia, y protección contra rocío y escarcha. Rango térmico típico: −25 °C a 55 °C, aptos para climas fríos o calurosos.
- Ajustes mecánicos: eje óptico con ajuste horizontal de hasta 180° (±90°) y vertical de hasta 20° (±10°), lo que facilita orientar los haces y salvar pequeñas irregularidades del terreno.
- Dimensiones y materiales: hay referencias con longitud útil de 17 cm; el plástico ABS es común por su ligereza y durabilidad, con pesos en torno a 300 g para emisor y 300 g para receptor (aprox. 1 kg el paquete con soporte).
- Alineación: se realiza con visor y voltímetro, y gracias a LED indicadores y zumbadores integrados en muchos modelos, lo que acelera el ajuste fino y garantiza máxima precisión.
- Contenido típico del kit: emisor y receptor, dos alimentadores de 12 V 500 mA, un soporte mural ajustable, tornillería y manual. Algunos kits incluyen abrazaderas para poste/columna listas para montar.
Modelos y rangos representativos
- Barreras IR de 1 haz: versiones cableadas con 10/20 m de alcance, tamaño contenido y fácil instalación, salida de relé, alimentación 9–16 V DC/AC o 12–24 V DC/AC según modelo.
- Barreras IR de 2 haces: modelos cableados con 60/180 m de alcance máximo y alta capacidad de configuración, con tamper, salida de relé y display LED para facilitar el ajuste in situ.
- Barreras IR de 3 haces: opciones de 150/450 m que aumentan la robustez frente a intrusiones y entornos complejos, manteniendo configuraciones avanzadas y alimentación 12–24 V DC/AC.
- Toreras de 4, 8 y 10 haces: soluciones compactas de 30 m con instalación sencilla y ayuda visual/acústica (LED y zumbador), doble dirección por torre en series de 10 haces y versiones de 100 m para perímetros amplios, con salidas NC/NO y 12–18 V DC.
- Barrera IR solar inalámbrica (2 haces): sin cableado, con alcance de detección hasta 60 m y comunicación radio de hasta 1000 m en espacio abierto. Gestiona interferencias de forma automática y se alimenta con batería interna.
- Detector perimetral de doble PIR para exterior: inalámbrico en 868 MHz con tecnología de comunicación de largo alcance (hasta 1200 m en espacio abierto), doble PIR con 15 m de cobertura, antienmascaramiento, inmunidad a mascotas y grado IP para uso exterior (p. ej., IP54).
- Detector tipo cortina bidireccional: rango ajustable hasta 30 m, diseñado para fachadas y vallados, con protección antienmascaramiento y perfil inalámbrico, ideal para cubrir pasillos y accesos lineales.
- Soporte mural para detectores: compatible con familias de detectores concretas (como serie XD), con tamper anti-arranque y articulación vertical/horizontal para una orientación precisa y duradera en exterior.
- PIR exterior profesional: sensores volumétricos con alcance ajustable (10/20/30 m), construcción de alta calidad y alimentación 9–15 V DC, indicados para zonas de paso, jardines o aparcamientos con fiabilidad sostenida.
- Barreras perimetrales específicas: por ejemplo, torres de la marca Politec con dos pares de haces y 15 m de alcance, que priorizan la fiabilidad con descalificación por niebla, con tamper y relé a 12 V DC.
Instalación: montaje, ubicación y alineación
- Superficies de fijación: pared, columna o poste. Muchos kits incluyen soporte metálico y abrazaderas para facilitar el montaje. Los soportes T y L de 30 cm se ajustan a detectores de 2 haces; los soportes T de 50 cm se recomiendan para 3/4 haces y son compatibles con familias ABE y ABH.
- Ubicaciones estratégicas: puertas de entrada, portales, caminos de acceso, zaguán, ventanas y vallados. Evita interferencias de vegetación y obstáculos en la trayectoria de los haces; planifica las alturas para impedir que se pueda pasar por encima o por debajo.
- Alineación fina: usa visor y voltímetro, y apóyate en el LED/zumbador de los equipos que lo integran. Ajusta el eje óptico con los márgenes horizontales y verticales disponibles para alcanzar la mejor relación señal/ruido.
- Zonas irregulares: en jardines con desniveles y obstáculos, opta por más haces, cortinas perimetrales o apoyos volumétricos en lugar de una sola línea larga de IR. Evitarás falsas alarmas por cambios de altura.
- Sistemas inalámbricos: la radio facilita ampliar cobertura por tramos. Las solares son ideales cuando no hay toma de corriente, y su alcance radio de hasta 1000 m en abierto agiliza instalaciones en fincas extensas.
Configuración, mantenimiento y reducción de falsas alarmas
Ajusta la sensibilidad y el tiempo de respuesta según entorno. Incrementa el umbral si hay movimientos inofensivos frecuentes (vegetación, animales pequeños) y usa lógicas de doble verificación cuando sea posible.
Particionado y modos: divide el sistema en zonas (perímetro, jardín, piscina) para activar la vigilancia exterior mientras estáis dentro de casa. Sistemas como algunos de la familia Jablotron permiten activar la parte exterior desde mando, móvil o teclado.
Mantenimiento preventivo: revisa baterías en equipos inalámbricos, limpia ópticas para que no se cubran de polvo, comprueba que nadie haya manipulado o tapado los sensores, y verifica tornillería y sellados tras lluvias o vientos fuertes.
Integración domótica: combina con timbre vídeo conectado, luces inteligentes y cerraduras. Controla sirenas desde el smartphone, recibe notificaciones en tiempo real y genera escenas de disuasión (luz + sirena) ante detección.
Registro y panel: usa la central para revisar históricos, regular sensibilidades y acotar franjas horarias de activación. Asegúrate de que la conectividad (GSM/Internet) está siempre operativa y con buena cobertura.
Ventajas e inconvenientes principales
- Ventajas: detección temprana antes de que el intruso alcance el interior, disuasión visible con sirena/luces, protección 24/7 y mayor tranquilidad al permitir vivir con ventanas abiertas manteniendo seguridad en el perímetro.
- Ventajas: flexibilidad de instalación (especialmente en sistemas inalámbricos), escalabilidad para añadir sensores y cámaras, y control remoto completo desde apps móviles con avisos en tiempo real.
- Ventajas: seguridad avanzada con funciones de antienmascaramiento, inmunidad a mascotas, integración con CCTV y posibilidad de cubrir accesos largos (hasta 100–150 m) con barreras IR de múltiples haces.
- Inconvenientes: la gran variedad de opciones puede complicar la elección y, aunque la inversión inicial existe, se compensa al reducir riesgos y mejorar la respuesta ante intrusiones con un sistema bien dimensionado.
Consejos de uso y personalización
- Colocación estratégica: instala detectores donde el intruso pasaría sí o sí: puertas, ventanas, portillos y caminos. En fincas grandes, divide el perímetro en segmentos para acotar incidencias y mantener el control por zonas.
- Revisiones periódicas: una limpieza de ópticas, comprobar baterías, verificar que no hay elementos tapando sensores y un vistazo al registro de eventos bastan para mantener el sistema en buen estado y evitar sabotajes.
- Configuración a medida: regula sensibilidad, define zonas y crea particiones (por ejemplo, jardín activo por la noche y piscina en horario infantil). Así tendrás una alarma ajustada a tus necesidades diarias con mínimas falsas alarmas.
- Elegir una alarma perimetral de exterior bien dimensionada permite adelantarte a la intrusión, disuadir con sirena y luces, y recibir avisos en tiempo real. Con barreras IR de varios haces, PIR exteriores, cortinas bidireccionales, opciones solares e integración con tu central y domótica, conseguirás un perímetro robusto, flexible y legalmente correcto, reforzado por soportes adecuados y un mantenimiento sencillo que asegura fiabilidad todo el año.